jueves, 14 de abril de 2011

Compara la política exterior de Bismarck y de Guillermo II

Compara estos dos textos:


“Debemos atenuar el descontento provocado por el hecho de que nos hemos convertido en una gran potencia, haciendo sentir al mundo el peso de estas fuerzas, lealmente y con un espíritu pacífico bien entendido. Debemos convencerle de esta forma de que una hegemonía alemana en Europa es más útil, más desinteresada y menos perjudicial para la libertad ajena que una hegemonía francesa, rusa o inglesa. El respeto a los derechos inherentes a otros países, que Francia en especial no admitió durante el tiempo de su preponderancia y que Inglaterra sólo reconoce según sus intereses, será más fácilmente observado por Alemania por dos razones: por un lado, a causa del carácter alemán, esencialmente objetivo; por otro lado, y ello sin mérito alguno de nuestra parte, porque no tenemos ninguna necesidad perentoria de ampliar nuestro territorio. (...) La política alemana (...) sólo tiene un deseo: mostrarse justa y pacífica.”

Testamento político de Bismarck.

"El Imperio Alemán se ha convertido en un Imperio mundial. Por todas partes, en las regiones más remotas del globo, viven millones de compatriotas nuestros. Los productos alemanes, la ciencia alemana, el espíritu de empresa alemán atraviesan los océanos. Las riquezas que Alemania transporta a través de los mares se cifran en miles de millones. A vosotros os incumbe, señores, el deber de ayudarme a sujetar sólidamente esta gran Alemania a nuestra patria."

Discurso de Guillermo II. 1896, 25° aniversario del imperio.



Respuesta:
El canciller alemán Bismarck, fue el verdadero árbitro de la política europea. Bismarck organizó las relaciones entre las distintas potencias europeas a través de tratados secretos, alianzas...
Bismarck perseguía como objetivo final la paz pero no dudó en utilizar la amenaza de guerra para forzar la firma de un tratado, y esta amenaza de guerra hizo que las distintas potencias europeas realicen una espectacular carrera de armamentos.
Cuando Bismarck deja la política en 1890,  Guilermo II no seria lo suficiente hábil para mantener estos objetivos. El desarrollo del nacionalismo/imperialismo de Guillermo II , tanto en su vertiente política (expansionismo territorial) como en su vertiente económica (conquista de nuevos mercados),  haría que la guerra fuera inevitable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario